Noel Bouvier, de Lanslebourg nos dejó el 6 de abril. Falleció luego de luchar contra un cáncer.
Para quien tuvo la suerte de conocerlo y visitarlo en su tierra, no será dificil entender la dimensión humana que quiero rescatar. Por sus historias en charlas compartidas pude sin dudas conocer al hombre de la Maurienne, al montagnard en todas sus dimensiones. Desde el trabajo ancestral de cria ganadera vinculada a la producción lechera( y su particular filosofía sobre la vida de sus vacas) hasta la vocación de amistad que demostró siempre, visible en aspectos tan delicados como el envío constante de postales a países lejanos en busca de sus amigos y familiares, o la bienvenida siempre otorgada a otros amigos que lo visitaban frecuentemente en su puesto- establecimiento, en las alturas del montcenis, cerca de la frontera con la italia que tanto apreciaba visitar. También fué de los saboyanos que se animaron a cruzar el atlántico El vino a conocer la tierra donde sus ancestros abrieron surcos en tierras necesitadas de manos habilidosas y espíritus templados. La aventura del emigrante, también parece haber sido suya .Lo demuestran su simpatía y lúcida y atenta mirada, caminando por las calles de Rosario, y por donde pasó aquel grupo que vino a visitarnos.
Noel trabajaba todavía en el tambo de Guillaume, junto a sus vacas (que había cedido luego de su "retraite") Es evidente que podía más el optimismo vital que la condición social de jubilado. Así me lo hizo saber cada vez que lo acompañé en su casa de Lanslebourg, o allá en "la buffaz".
En resumen, como descendiente de Bouviers, estoy a la vez triste por su partida y feliz por haberlo conocido, porque él me ayudó mucho en la comprensión de nuestra historia común, las raices de una cultura y formas de ser.
Noel, era un crack.
Y estoy seguro de que todos los que lo conocieron tienen de él un recuerdo similar, la visión de un "heroe", así entre comillas, porque ningún pedestal haría elogio de su forma de ser, sino más bien un recuerdo de sus dichos, sus actitudes, su sonrisa, la llaneza de su trato.
hasta siempre, soldat montagnard!
Nicolás.
Para quien tuvo la suerte de conocerlo y visitarlo en su tierra, no será dificil entender la dimensión humana que quiero rescatar. Por sus historias en charlas compartidas pude sin dudas conocer al hombre de la Maurienne, al montagnard en todas sus dimensiones. Desde el trabajo ancestral de cria ganadera vinculada a la producción lechera( y su particular filosofía sobre la vida de sus vacas) hasta la vocación de amistad que demostró siempre, visible en aspectos tan delicados como el envío constante de postales a países lejanos en busca de sus amigos y familiares, o la bienvenida siempre otorgada a otros amigos que lo visitaban frecuentemente en su puesto- establecimiento, en las alturas del montcenis, cerca de la frontera con la italia que tanto apreciaba visitar. También fué de los saboyanos que se animaron a cruzar el atlántico El vino a conocer la tierra donde sus ancestros abrieron surcos en tierras necesitadas de manos habilidosas y espíritus templados. La aventura del emigrante, también parece haber sido suya .Lo demuestran su simpatía y lúcida y atenta mirada, caminando por las calles de Rosario, y por donde pasó aquel grupo que vino a visitarnos.
Noel trabajaba todavía en el tambo de Guillaume, junto a sus vacas (que había cedido luego de su "retraite") Es evidente que podía más el optimismo vital que la condición social de jubilado. Así me lo hizo saber cada vez que lo acompañé en su casa de Lanslebourg, o allá en "la buffaz".
En resumen, como descendiente de Bouviers, estoy a la vez triste por su partida y feliz por haberlo conocido, porque él me ayudó mucho en la comprensión de nuestra historia común, las raices de una cultura y formas de ser.
Noel, era un crack.
Y estoy seguro de que todos los que lo conocieron tienen de él un recuerdo similar, la visión de un "heroe", así entre comillas, porque ningún pedestal haría elogio de su forma de ser, sino más bien un recuerdo de sus dichos, sus actitudes, su sonrisa, la llaneza de su trato.
hasta siempre, soldat montagnard!
Nicolás.